Entrevista a Juan Vicente Bono, presidente de Asebec

Bono muestra unos objetivos claros para la nueva edición de Cevisama 2020.

El presidente de Asebec, la patronal que agrupa a la mayor parte de empresas castellonenses dedicadas a la fabricación y a la reparación de maquinaria y tecnología para la industria cerámica, Juan Vicente Bono, asegura que 2019 ha sido «un buen año» pese a perder cerca de un 30% de su facturación, y confía en poder recuperar la cuota de mercado destruida gracias a las inversiones para fabricar grandes formatos e incorporar la tecnología digital también en el proceso de esmaltado, según explica en la entrevista de El Periódico del Azulejo.

¿Cuál es el actual estado de salud del sector fabricante de maquinaria y tecnología cerámica?

El ejercicio 2019, a falta de datos definitivos y oficiales, ha acabado mucho mejor de lo que esperábamos y, por lo tanto, podemos decir que, pese a los números rojos, ha sido un año bueno. Nuestras previsiones son de una caída de la facturación de entre el 20% y el 30% con respecto a los 482,7 millones de euros que sumaron nuestras ventas en 2018.

Es una reducción muy importante, es cierto, pero es que, aunque el año empezó bien, ya que todavía arrastrábamos algunos proyectos que se iniciaron en 2017 o 2018, a mediados de año las inversiones se frenaron y la caída llegó a ser casi el 50%… Por lo tanto, podemos decir que hemos logrado reconducir la situación, y eso es muy positivo. En definitiva, el estado de salud de nuestro sector es positivo.

¿Y el sector estaba preparado para esta caída tan importante?

Era una caída previsible, ya que en los últimos años habíamos crecido por encima de los dos dígitos. De hecho, el acumulado de los años 2016, 2017 y 2018 arrojaba un crecimiento de más del 40%. Y esas cifras no se podían mantener… Esta situación ha afectado a todos, a las empresas grandes y a las pequeñas, aunque, lógicamente, son las grandes las que menos han bajado.

¿Las azulejeras españolas siguen invirtiendo?

Las empresas siguen invirtiendo. Esta concentración de fabricantes que se está dando ahora, impulsada por las grandes empresas, que se están haciendo más grandes, y que se realizan, en muchos casos, con capital extranjero, nos está favoreciendo porque hay una renovación de las plantas. En muchos casos, las nuevas adquisiciones son saneadas con nuevas líneas completas de producción y para amoldar sus producciones a las nuevas necesidades del mercado.

¿Y cuáles son las expectativas para 2020?

Nuestro objetivo no puede ser otro que seguir creciendo y queremos que vuelva a crecer nuestra facturación. Abandonar los números rojos y registrar cifras positivas.

Los años pares son muy importantes para Asebec por la celebración del pabellón de maquinaria en Cevisama y la feria italiana Tecnargilla…

La oportunidad que nos dan estas dos ferias para mostrar nuestros productos a prácticamente todos los productores azulejeros del mundo nos ayudará, sin lugar a dudas, a mejorar nuestra situación comercial. De hecho, es preciso destacar que nuestra presencia en Cevisama sigue creciendo, y este año contamos con una participación muy potente, tanto por el número de empresas que participan como por el prestigio de las mismas. La oferta de maquinaria cerámica de este año es la más grande de toda la historia, superando ya al sector de fritas y esmaltes. Además, una delegación de seis empresas de Asebec va a ir la feria rusa de Mosbuild el próximo mes de abril.

¿Qué novedades se pueden ver en Cevisama en cuanto a maquinaria y a tecnología?

Las principales novedades tecnológicas se centran, al igual que en los últimos años, tanto en la fabricación de grandes placas cerámicas como en el full digital, es decir, realizar el proceso de esmaltado con la tecnología inkjet. De hecho, las inversiones que se están llevando a cabo actualmente en el sector azulejero van en esta dirección, así como en la reducción de impacto medioambiental en la industria azulejera.

Desde Asebec se ha denunciado la falta de mano de obra en repetidas ocasiones…

La falta de mano de obra es, sin lugar a dudas, el caballo de batalla de nuestras empresas. Ahora mismo necesitamos en torno a las 300 personas y por eso pedimos el apoyo de la Administración pública.

¿Y qué puede hacer la Administración pública?

Nosotros le pedimos, como venimos haciendo desde hace años, que dignifique la Formación Profesional. Que la haga atractiva, porque nosotros, ahora, necesitamos ingenieros, por supuesto. Pero no todos pueden ser ingenieros, y nuestras empresas también necesitan caldereros, electricistas…

Y todos esos profesionales deben salir de la Formación Profesional. Si nosotros tuviésemos esos cerca de 300 operarios que nos hacen falta, podríamos asumir más proyectos, y eso nos hubiese ayudado a crecer, a ganar volumen. Además, también creemos que es muy importante que se busquen las herramientas necesarias para que los profesionales que van a jubilarse puedan mantenerse vinculados a su empresa y ayudar a potenciar la formación práctica a los nuevos técnicos. Se trataría de unas prácticas dirigidas por profesionales de reconocida solvencia.

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