Entrevista a Jordi Ferrando, Cofundador y Director General de NETPLC: «Tecnología y ‘know how’ son aspectos básicos para dar soluciones a la industria, sea del sector que sea»

Empresa de base tecnológica, las ingenierías componen la columna vertebral de la empresa castellonense NETPLC, una firma que a punto de cumplir sus 23 años, ha logrado asentarse y competir a escala en el difícil tablero donde pugnan las grandes multinacionales del sector. Si bien sus desarrollos en el ticketing le han permitido ganarse la confianza de importantes redes del transporte público, como es el caso de la EMT valenciana, sus trabajos abarcan otros sectores como el farmacéutico o, cómo no, el cerámico, en el que es clave el know how que le ha reportado su amplia experiencia fruto del contacto directo con las plantas industriales. Jordi Ferrando y Juan Vicente Bono son los socios fundadores de una empresa que contó en el último balance con una facturación que rondó 1.400.000 euros. Para conocer las claves de esta empresa, Plaza Cerámica habla con Jordi Ferrando que, además de ser copartícipe de su existencia, se ocupa de la dirección general, la dirección técnica y es el máximo responsable del área de desarrollo.

-¿Hábleme de sus inicios?

Mis primeros pasos estuvieron vinculados desde el principio, nada más acabar la carrera, con la multinacional IBM, donde trabajé como ingeniero en el departamento de I+D. Entonces IBM disponía de una planta en La Pobla de Vallibona. La multinacional decidió cerrar la fábrica y fue cuando, de la mano del empresario Juan Vicente Bono, fundamos NETPLC y lo hicimos con el objetivo de trabajar en el sector de ticketing, que era en el que yo me movía en IBM y que, desde ese momento, quedaba sin cubrirse y, digamos, se había echado por tierra todos esos conocimientos que habíamos ido adquiriendo con el tiempo. El contrato más importante que teníamos entonces era la EMT de València; así que, desde NETPLC asumimos este cometido.

-Fue el punto de partida para atender a otros sectores…

Efectivamente. Esta es solo una parte de los servicios que ofrece la empresa. La otra es la que tiene que ver con el desarrollo de instalaciones de control y automatización para procesos relacionados principalmente con la industria cerámica. Es una parte muy importante y es fruto de los conocimientos y el know how en ingeniería electrónica que ya teníamos.

-¿Y es posible esa aplicabilidad para sectores tan diferentes?

Es muy posible y es así. Tenga en cuenta que los ingenieros aplican sus conocimientos para la cerámica con las herramientas de programación, de compilación, desarrollo de pruebas de equipos que puede darse en otros sectores y viceversa… la tecnología es en muchas ocasiones la misma que lleva una máquina de ticketing o que lleva una máquina tecnológica de un hospital, etcétera. Una máquina pensada para un sector puede extender su aplicabilidad a otros sectores y hacerlo de manera muy eficaz.

-Me lo tendrá que explicar…

De modo muy general, sepa que lo que utilizamos es ingeniería, software, que es una parte muy importante de nuestra empresa y que nos diferencia con respecto a otras empresas especializadas en automatización por la capacidad de desarrollo que imprimimos a nuestros productos. El know how es otra parte importante y si unimos ambas bazas nos permite saltar de un sector a otro. Este conocimiento ha sido y es muy importante para lograrlo. También es verdad que se trata de un conocimiento tecnológico que muchas veces estaba reservado para multinacionales y, de alguna forma, lo aplicamos en nuestra empresa y ha sido clave para nuestro negocio.

-¿Y qué herramientas usan básicamente?

Nos movemos en el ámbito del software. Usamos lenguajes de programación y compiladores, herramientas de código abierto (linux, open source), lenguajes de programación Java y C++ mayormente, bases de datos…. Esas herramientas que, por ejemplo, se emplean para ticketing se utilizan también para la industria cerámica. ¿Qué cambia? Pues ahí está la clave, lo importante. Cambia el know how del mercado; es decir, uno puede ser muy buen ingeniero de software, con el desarrollo de aplicaciones, etcétera, pero puedes pinchar a la hora de no disponer del know how de cada mercado. Es lo que aportó Juan Vicente Bono. Él sería clave para señalarnos, por ejemplo, que para una correcta dosificación de esmalte falta cambiar parámetros, velocidades, estabilidad… y todo ese conocimiento hay que asociarlo a una maquinaria.

-O sea, que no basta con la formación técnica, sino que el ‘know how’ -el conocimiento adquirido a través de la experiencia- es clave…

Todos esos aspectos son fundamentales, sin duda. Las barreras de entrada a un mercado tecnológico son extremadamente complicadas en la mayoría de los casos. Le pondré un ejemplo concreto: en la universidad no se enseña a hacer un buen filtro de humo como lo espera un cliente; al final, los conocimientos los adquiere en tu periodo de formación académica pero es la experiencia, finalmente, la que te dota de los elementos clave para desarrollar y dominar los proyectos que pretendes. De ahí la importancia del trabajo de campo en las ingenierías. Eso es lo que te permite adquirir los conocimientos precisos en un determinado sector como este de la cerámica. Es la base de aplicar los conocimientos científicos al mercado.

-Por la naturaleza de su empresa, me imagino que los perfiles profesionales son muy exigentes. ¿Qué plantilla tiene?

Estamos en torno a diez trabajadores, la mayoría son ingenieros e ingenieras superiores y, por otro lado, contamos con técnicos electricistas dedicados a fabricar los armarios eléctricos de control, principalmente. Este último aspecto es importante porque aporta buena parte de la calidad que siempre buscamos para nuestros productos.

-¿Ingenieras industriales superiores?

Así es

-Hábleme cómo ha sido esa evolución de la empresa.

Hubo una primera etapa de crecimiento de la empresa, incluso de la experimentación en algunos casos en la que era habitual la prueba-error. Ahora estamos muy centrados en un periodo donde prima la estabilidad y la fiabilidad.

-¿Y cómo han afrontado las situaciones de crisis y de bonanza en este tiempo?

Jugar con segmentos diferentes, la diversificación en este caso, nos ha dado la oportunidad de afrontar las crisis de la mejor manera posible. Si bien la del 2008 fue dura, el transporte público no paró con lo que pudimos sortear la situación; por otro lado, la crisis sobrevenida por la actual pandemia no ha afectado a la capacidad de inversión de los sectores industriales como el cerámico, por lo que hemos disfrutado de una cierta estabilidad que nos ha otorgado la propia diversificación de nuestro producto.

-En esta evolución de NETPLC, ¿qué hitos considera importantes?

En perspectiva, el primero diría que fue cuando empezamos a fabricar grandes armarios eléctricos de control; eran equipos que estaban dentro del entramado de fabricación de una industria de colas y cementos de secado rápido de una gran compañía como es Iber Mapei, en su planta de Amposta. Estos armarios son parte importante y ayudan en la formulación de mezclas, pesaje, tecnología de códigos de barras, equipos informáticos, de autómatas… hicimos un primer proyecto -sufrimos mucho- [reconoce al tiempo que suspira], pero después de mucho esfuerzo logramos superar lo que era un gran reto para nosotros.

Fue un hito importante; ya que para el proceso de fabricación de un producto determinado como era este, vinculado a la construcción y cerámica, fuimos capaces de incorporar nuestro producto a un proceso fundamental como es la automatización en este tipo de industrias. Fue la constatación de que, en muchos casos, podíamos competir a nivel tecnológico con quien queríamos.

En perspectiva, el primero diría que fue cuando empezamos a fabricar grandes armarios eléctricos de control; eran equipos que estaban dentro del entramado de fabricación de una industria de colas y cementos de secado rápido de una gran compañía como es Iber Mapei, en su planta de Amposta. Estos armarios son parte importante y ayudan en la formulación de mezclas, pesaje, tecnología de códigos de barras, equipos informáticos, de autómatas… hicimos un primer proyecto -sufrimos mucho- [reconoce al tiempo que suspira], pero después de mucho esfuerzo logramos superar lo que era un gran reto para nosotros.

Fue un hito importante; ya que para el proceso de fabricación de un producto determinado como era este, vinculado a la construcción y cerámica, fuimos capaces de incorporar nuestro producto a un proceso fundamental como es la automatización en este tipo de industrias. Fue la constatación de que, en muchos casos, podíamos competir a nivel tecnológico con quien queríamos.

Y qué me dice de su aplicabilidad en la cerámica…

Pues otro hito importante para nosotros es cuando logramos un éxito con los puentes básculas -llegamos a vender en torno a unas doscientas unidades-. Estaban destinados a pesaje dinámico de material; lo explico, conforme el material se va desplazando por cintas transportadoras, se va aplicando los procesos. Por un lado, la formulación de la materia prima en atomizadores. El fabricante necesita hacer mezclas y hacerlo de manera muy precisa. Que eso sea fiable, se registre, por lo que es importante que se pueda verificar y se pueda verificar fácilmente. Eso lo hacían grandes fabricantes internacionales. Nosotros incorporamos un desarrollo propio. Fue un éxito porque vendimos muchos, pero lo más importante fue que mientras los sistemas eléctricos quedaban obsoletos, nosotros incorporamos básculas en atomizadores con equipos y desarrollos propios. Hemos logrado prolongar durante mucho tiempo sistemas de automatización industrial y lo hemos logrado porque no dependemos de un fabricante más grande y de esas grandes obligaciones que se suelen acompañar, por ejemplo, en materia de licencias. En estos últimos casos hay que afrontar costosas reformulaciones para modernizarlos y nosotros, al contar con nuestros propios desarrollos, nos permite prolongar las vigencias de una manera más económica, pero con las máximas garantías de éxito.

-Y llegados a este punto, ¿qué diferencian sus productos de los del resto de sus competidores?

Los clientes se decantan por nosotros porque podemos dar soluciones a medida, adaptadas, económicas y que les aportan valor añadido. Pongo el caso como ejemplo el de los puentes báscula que ya he explicado, por las ventajas que se dan y que nos ha permitido vender muchas unidades.

 

Pero diré que los clientes que nos han elegido en todo este tiempo siguen confiando en nuestros productos porque han demostrado su calidad y han sido muy fiables. Garantizamos su mantenimiento; podemos desarrollar alternativas que prolonguen una vida de servicio completo por mucho que cambien los contextos en materia de software.

Al tener unas herramientas con unos códigos fuente generados por nosotros en lenguaje de programación, somos capaces de darle una vida al producto muy larga.

-¿Y cómo lo hacen?

Pues investigando e innovando. Ahora tenemos un producto muy innovador. Somos capaces de poner una automatización de una dosificación o un filtrado de humo en un proyecto de Raspberry Pi. Lo estamos haciendo en un momento de cambio y hemos logrado poner en marcha una planta de producción lejos de aquí. Las nuevas herramientas posibilitan que todas las máquinas estén conectadas a la nube; es decir, desde Castellón o desde mi propia casa, puedo mantener en remoto una máquina o una serie de máquinas implantadas en cualquier punto y hacerlo desde un móvil. Todo este contexto es lo que nos ha permitido adaptarnos y conectarme al ordenador y al autómata… y que sea ya algo cotidiano.

-¿Y qué ventajas tiene el remoto?

La monitorización remota es una ventaja importante para las empresas, se está imponiendo porque reduce los costes, asegura la calidad y repercute muy positivamente en la producción y fiabilidad de los desarrollos.

-¿Pero tendrán que tener en cuenta la seguridad de las conexiones?

Indudablemente. La seguridad se básica. Es un área crítica siempre y la trabajamos de manera continua. Las máquinas tienen sistemas de seguridad in situ, pero muchas veces se hace un mantenimiento en remoto, por lo que es muy importante asegurar la transmisión de datos, el transporte de esa información… Es una cuestión de enorme importancia y cada día lo será más.

-¿Les resulta complicado hallar perfiles profesionales ajustados a las necesidades de la empresa?

Siempre es complicado porque se requiere una muy alta cualificación y experiencia. Esta búsqueda de perfiles nos resulta muy difícil, porque son sectores muy exigentes en materia del desarrollo de tecnología, conocimientos, desarrollos, experiencia…

-A nivel particular, ¿qué previsiones tienen?

Estamos trabajando en un sistema de depuración de humos, de compuestos orgánicos volátiles, que sean respetuosos con el medio ambiente. Es una tendencia general que cada vez estará más extendida en cuanto a instalación eléctrica, cuadros de control sencillo… y por otro lado, habrá nichos cada vez más especializados. Las exigencias medioambientales nos obligarán a investigar y a dar soluciones a nuestros clientes. Vamos a productos que ayuden a la reducción de emisiones desde el ámbito tecnológico y, desde luego, supondrá todo un reto, pero la tecnología avanza y estamos preparados para dar soluciones y ofrecer nuestras propias propuestas.

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