El 30 de enero de 1973 nació Macer, una de las firmas de referencia del clúster y que ha crecido de forma paralela a la industria cerámica castellonense.

Creada en Almassora y con una sólida andadura que ya alcanza las cinco décadas, desde la compañía realizan un emotivo balance de su trayectoria a lo largo sus 50 años: «Comenzamos nuestras andadas en un pequeño garaje y a día de hoy podemos afirmar que trabajamos en más de 20 países donde hay industria cerámica».

Asimismo expresan que «la creciente demanda y la voluntad por ayudar a nuestros clientes a mejorar la producción industrial, que ha evolucionado notablemente con las décadas, ha ido impulsando a la empresa en diferentes etapas para desarrollar algunas de las soluciones más avanzadas que ha visto el sector».

«El equipo liderado por Agustín Poyatos ha sabido adaptarse y reinventarse a las amenazas y oportunidades que han surgido a lo largo de los años. La revolución de las gomas, la llegada de la tecnología inkjet, la tendencia a formatos cada vez mayores, son algunos de los puntos de inflexión que ha vivido la industria y que la compañía ha afrontado como un reto, estableciendo los objetivos del sector como propios y siendo un actor fundamental en la evolución histórica de la producción cerámica», señalan desde Macer.

«Nos sentimos muy afortunados y agradecidos de haber contado con su confianza durante todos estos años. Nuestro recorrido no acaba aquí y nos comprometemos con el sector a seguir creciendo y evolucionando juntos», finalizan.