Las empresas dedicadas a la maquinaria y los bienes de equipo en el sector cerámico calculan que el balance de ventas de este año de pandemia reflejará un 10% de descenso sobre el ejercicio anterior. A pesar de este mal dato, la asociación que agrupa a estas compañías, Asebec/Spanish Ceramic Technology, augura un futuro al alza, de la mano de los retos que implica la transición ecológica.

El presidente de la entidad, Juan Vicente Bono, afirma que tras un 2020 marcado por las restricciones del coronavirus, «se abre un periodo de dinamización para el clúster cerámico», con la mirada puesta en la descarbonización de las industrias en Europa. Bono detalla que las actuaciones a realizar pasan por «el cambio energético, inversiones para la instalación de placas fotovoltaicas» que suministren a diferentes departamentos de las factorías y la implantación de medidas «de ahorro de costes y digitalización».

Existen una serie de modificaciones que podrían ser las más importantes en las últimas décadas para estas fábricas, que deberán contar con las empresas de maquinaria como principales aliadas. «La primera meta tiene como fecha el 2030» destacó Bono, por lo que se debe empezar a planificar para llegar a tiempo.

Por otro lado, Asebec elaboró una guía para la transición hacia la denominada Industria 4.0. La guía establece las bases para potenciar la vertiente tecnológica en los procesos de fabricación de pavimentos y revestimientos cerámicos. Conceptos como «monitorización de procesos» o «creación de gemelos digitales para controlar las líneas de producción en remoto» ya comienzan a vislumbrarse, y se generalizarán en los próximos años.

El presidente de Asebec mencionó los diferentes momentos por lo que ha pasado este colectivo desde la irrupción por la pandemia. «Ha habido un avance importante en la adopción de tecnologías, como las videoconferencias, debido a las restricciones para poder viajar». Dentro de esta línea se preparan una serie de jornadas telemáticas de formación y una plataforma de marketing en internet.