Entrevista a José Enrique Catalán, empresario y CEO de Errece Maquinaria Cerámica.
Si la especialización caracteriza a buena parte del clúster cerámico castellonense, la customización es el sello que identifica a unas pocas empresas del sector entre las que hoy destaca Errece Maquinaria Cerámica, compañía que afronta todos sus procesos productivos desde una visión personalizada con su tailor-made-machines.
Fundada en 1983, Errece es un referente del ingenio y el tesón que envuelven las empresas nacidas del talento de sus promotores. Y aquí tiene mucho que ver quienes lo ha hecho posible. José Enrique Catalán es uno de aquellos inquietos adolescentes que optaron por emprender y descubrir nuevas maneras de fabricación y novedosos productos en la industria auxiliar del azulejo.
Treinta y siete años después, aquel joven rezuma hoy conocimiento y experiencia y lo hace al frente de una empresa que da empleo a casi medio centenar de trabajadores con alto grado de especialización y que centra su actividad en el final de línea de la industria cerámica (clasificado, empaquetado y paletizado del azulejo).
Hábleme de aquellos inicios.
[ríe]Ya hace mucho de eso… La clave fue conocer el sector e independizarnos de lo que venía haciéndose en la industria italiana. Para nosotros fue un momento clave, porque nos dimos cuenta de que podríamos ir por nuestra cuenta y teníamos unas empresas en Castellón, clientes que teníamos que atender y podíamos hacerlo bien, desde la cercanía y compartiendo sus necesidades que debíamos satisfacer.
¿Cuál cree que ha sido la clave para que Errece lograra su espacio en el sector cerámico?
La customización desde el minuto uno. Estamos muy orgullosos de centrarnos en este aspecto, el de la personalización, en definitiva: “Tailor Made Machines”. Nos gusta decir que trabajamos para hacer “trajes a medida” para las necesidades de nuestros clientes. Lo hacemos a demanda y eso nos permite lograr nuestro objetivo final que es dar a nuestras empresas aquello para lo que nos buscan.
Descríbame el sector en el que se mueve.
De manera muy general, le diré que es tremendamente competitivo. Pero no nos importa, porque en este campo sabemos movernos bien. Tenga en cuenta que la tecnología se ha igualado bastante. Hay una gran calidad y apenas hay diferencias en el producto final, si no es por cuestiones que tienen que ver con el transporte, el marketing o los propios formatos, etcétera. Hoy las plantas de producción, por lo general, disponen de las mismas máquinas, muy avanzadas, e incluso con el mismo nivel en cuanto a la capacidad y conocimiento de sus técnicos. De ahí la importancia de incidir en la singularidad de nuestros productos.
Y cómo no, también en el aspecto global, me gusta pensar que todos estamos comprometidos en fomentar una marca made in Spain, que nunca debe ser denostada, sino que hay que revalorizar porque le aseguro, es símbolo de calidad y de buen hacer. Lo creo realmente y con ello no descubro nada porque es lo que vienen haciendo -y de manera exitosa- otros competidores nuestros. En el periodo post-covid será determinante qué capacidad tendremos de apostar por una marca que nos debe abrir nuevas posibilidades para crecer en el mundo.
¿Cómo ve el impacto de la covid-19?
A nosotros nos ha afectado, pero como a todos. Sí puedo decirle que no hemos dejado de trabajar, salvo aquel parón puntual de la primavera. Por fortuna, no nos faltan los encargos y estamos muy satisfechos. Pero en este punto quiero señalarle que tras la pandemia, estoy convencido de que consumir producto español es un elemento clave para apoyar y fortalecer nuestro sector. Si nos mantenemos unidas todas las partes activas del sector, saldremos más fortalecidos de esta crisis sanitaria mundial. De este modo, me gustaría hacer una llamada de acción a las empresas para que “apoyen lo nuestro” con el fin de aumentar la capacidad productiva del país y poder mantener y aumentar la actitud y el talento, y que no acudan a empresas extranjeras, ya que en el país hay proveedores que lo hacen con la misma calidad y con muchísimo más entusiasmo y pasión.
¿De qué manera reparte Errece su presencia en el mercado?
Actualmente trabajamos un 80% nacional y el 20% en internacional. En el exterior, estamos muy presentes en México, Guatemala, Emiratos Árabes, Irán, Marruecos, Sri Lanka, Rusia, Egipto… porque en los últimos años la tendencia por los formatos grandes ha hecho posicionarse a Errece como un partner perfecto en los XXL Sizes. Pero cabe señalar que nuestro gran nicho de mercado es el que nos vio nacer, el español, el cual también demanda maquinaria enfocada para los grandes formatos.
¿Qué puede decir de la Formación Profesional?
Comparto plenamente las reclamaciones que se vienen haciendo desde el sector. Tenemos que incidir mucho en ello. Hay muchas dificultades para encontrar personal especializado. Las fábricas, es evidente, son un gran espacio de formación y hay que aprovecharlo; las empresas no dudan en ofrecer formación porque es una inversión necesaria para seguir creciendo.
¿Hacia dónde vamos?
Vamos hacia una mayor tecnificación, más innovación tecnológica, mayor grado de especialización, una creciente preocupación por la sostenibilidad a todos los niveles. La llegada de nuevas fuentes de energía, reducción de costes, automatismos o la creación de nuevas figuras y contextos laborales que nos permitirán modelar una industria que siempre va a la vanguardia en cuanto a innovación, desarrollo e investigación, aspectos que siempre han sido claves para el progreso.