Qualicer reivindica la cerámica como el material de construcción más sostenible

La fabricación de productos cerámicos requiere de grandes cantidades de energía, sobre todo de gas. La Unión Europea cuenta con las normas medioambientales más restrictivas del mundo, de modo que alcanzar los plazos marcados es todo un desafío para la industria. Hoy por hoy, no hay una tecnología madura que permita pasar del gas a energía 100 % verde, como han puesto de manifiesto las industrias del clúster en Castellón.

En cambio, hay otros aspectos relacionados con la sostenibilidad que aportan ventajas a este material de construcción. Algo que la industria del continente quiere poner de manifiesto. Así se expuso en una de las sesiones más destacadas del congreso dedicado a la calidad cerámica, Qualicer, en su primera jornada.

La mesa redonda, que contó con la participación del responsable de sostenibilidad de la patronal italiana (Confindustria Ceramica), Mauro Rullo, argumentó sobre las oportunidades que tienen los azulejos sobre otros materiales de construcción. Desde la asociación española de fabricantes (Ascer), su responsable de medio ambiente, Victoria Zaera, mencionó que en un futuro no muy lejano «se obligarán a usar materiales con el sello CE y con indicadores medioambientales sobre su potencial sobre el calentamiento global».

La fabricación cerámica usa grandes cantidades de gas, lo que conlleva emisiones de CO2, pero según Rullo «no hay que caer en la trampa, porque se deben considerar otros parámetros». Entre ellos, la durabilidad. Zaera puso el acento en que la cerámica «es perenne, porque sabemos que se mantiene en buenas condiciones en edificios muy antiguos».

Los planteamientos de la normativa europea están en calcular el impacto medioambiental de un material de construcción a 50 años visto. La cerámica es de los más ventajosos. «Hay otros competidores que pueden tener menos emisiones a la hora de producir, pero en estos cálculos se debe tener en cuenta si hay que cambiarlo a los pocos años por desgaste, o las dificultades para su reciclaje», mencionó la experta de Ascer. Todo ello tiene su huella medioambiental, que no es despreciable. En estos apartados, la cerámica cuenta con unas condiciones muy favorables, que se deben poner de manifiesto ante los responsables de elaborar las normas.

Otra de las sesiones de la primera jornada de Qualicer estuvo centrada en las posibilidades de la construcción industrializada. Un método por el que se fabrican piezas de un edificio en una nave, para luego ser montadas en su ubicación definitiva. Se trata de un sistema poco utilizado aún en España, pero que en otros países ya acapara cuotas importantes. Grupos como Porcelanosa son abanderados de este modelo a explorar en el futuro.

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