Bono: «Desde Asebec animamos a todas las empresas a diversificar mercados y sectores»
El presidente de la patronal Asebec, Juan Vicente Bono, asegura que el sector, ahora mismo, «tiene una carga de trabajo muy pequeña».
¿Cuál es la radiografía actual del sector de maquinaria para la industria cerámica?
A falta de datos definitivos, podemos decir que 2022 lo hemos acabado casi con las mismas cifras que en el ejercicio anterior. 2022 ha sido un año sobre el que había ciertas dudas desde el principio porque ya veíamos que la escalada de precios de la energía afectaría a nuestros clientes y afectaría, por supuesto, a nuestras ventas. El primer semestre de 2022 hubo mucha inversión que arrastramos de las inversiones de 2021. Pero en el segundo semestre y, más en concreto en el tercer trimestre, la caída de trabajo fue brutal.
¿De qué cifras estamos hablando?
Aún no se las puedo decir, todavía no tenemos los datos oficiales y definitivos, pero pensamos que serán ligeramente superiores a las que registramos en 2021 y que ascendieron a 438 millones de euros. En la actualidad, la caída de la segunda parte del año pasado se está manteniendo en 2023. Nuestras empresas tienen, ahora mismo, una carga de trabajo muy pequeña e incluso algunas ni siquiera tienen ningún encargo importante y subsisten a base de trabajos de mantenimiento. Vamos a ver qué pasa.
¿Y qué medidas se puede adoptar desde Asebec?
Nosotros animamos a todas nuestras empresas a que apuesten por la diversificación, a salir al extranjero. De hecho, nosotros, este año, aparte de Cevisama, haremos una misión a México en mayo o junio, porque la caída de las inversiones de nuestros clientes del clúster castellonense es muy grande. Desde el final de las fiestas navideñas, solo el 50% de ellos ha arrancado, quizás ahora va mejorando porque el precio del gas ha dado un respiro, pero hay y habrá una crisis de demanda. Tenemos que ir cambiando. También les impulsamos a buscar este cambio tecnológico que precisa el sector y a trabajar con otros. Uno de los temas por los que apostamos es la transición energética.
En cuanto a diversificar fuera del sector azulejero, llevan muchos años intentándolo…
Algunas compañías ya lo están haciendo, pero también es cierto que, cuando hay mucha carga de trabajo en Castelló, se puede pensar, para qué tengo que dar este paso. Sin embargo, en los temas de materia prima, algunas empresas ya han hecho esta apuesta. También en todo el tema del medioambiente hemos investigado bastante sobre eliminación del polvo, depuración y eliminación de gases contaminantes… es otro sector al que se puede ir y algunas de nuestras firmas están en ello. En el caso de la tecnología inkjet, todo lo desarrollado para la industria cerámica se puede aplicar en otros ámbitos. Grandes compañías de aquí como son Kerajet y Cretaprint han diversificado, tanto en la industria textil como en la de las vajillas, el cartón, los laminados, los plásticos … Todo el conocimiento del azulejo se puede traspasar a otros sectores.
¿En qué nuevos sectores están entrando ya?
Con el tema de medio ambiente, hemos dado un salto cualitativo a empresas químicas y petroquímicas, por ejemplo. Todo el tema de decoración está muy enfocado a la cerámica, pero pueden buscar esmaltar o pintar otros productos: cadenas de pintado de automóviles, por ejemplo. Tenemos un campo nuevo y, junto con el ITC y la red de institutos tecnológicos Redit, tenemos una escala de conocimientos muy grande. Animo también a nuestros asociados a que se acerquen a ellos para ver en qué otras áreas pueden entrar.
Ha señalado México como el mercado en el que quieren entrar, ¿por qué México?
Siempre hemos sido muy afines con toda Hispanoamérica y hemos exportado bien. El idioma común es un factor también importante. Somos conscientes de que hay otros mercados como Asia o la India, donde el inkjet está entrando. Pero la India está muy cerca de China, donde se produce mucha maquinaria y es más económica. Para nosotros, entrar en el mercado asiático es bastante complicado a no ser que sea algo muy específico, como los esmaltes, que confían en nosotros a nivel tecnológico y hay una clara sinergia. Si a la larga nuestros clientes españoles llegaran fabricar en otros países, saldríamos con ellos, como hicimos en su día con los fabricantes de esmaltes y fritas. Hay posibilidad real de internacionalización y diversificación.
¿Los objetivos de diversificación se centran en Hispanoamérica?
En todas las partes del mundo donde se pueda, pero Sudamérica es muy cercano a nosotros. En Argelia tenemos el mercado cerrado, en Egipto también hemos vendido y Europa, por supuesto. Fábricas de cerámica hay por todo el territorio europeo y es un mercado interesante. Hay que conservar nuestro nivel de competitividad y ventas para mantenernos en Castelló, salir y diversificar.
¿Cómo están hoy los porcentajes exportación-venta nacional?
Nosotros estamos sobre el 30% de exportaciones.
¿Y cuáles son las expectativas para este ejercicio?
Pensamos que será un mal año. El inicio así lo ha sido y será difícil de superar.
¿Las plantillas siguen intactas?
De momento, sí. Lo estamos valorando, porque tenemos negociaciones con los sindicatos de nuestro convenio, pero, de momento, no hemos aplicado ERES porque nuestras plantillas son eminentemente técnicas y si despido a un empleado, después, será muy complicado recuperarlo porque son perfiles muy demandados. Desprendernos de valor humano implica perder potencialidad.
En la actualidad, desde el sector azulejero, ¿qué peticiones llegan?
Inversiones aún quedan algunas de compañías que tienen que mejorar procesos, realizar labores de mantenimiento…. Muchos de nosotros no estamos quietos. Cuando hay este parón que vivimos ahora todo nos cuesta más dinero. Así, 2022 fue bueno en ventas, pero no en rendimiento. En este 2023 caerán las ventas y la rentabilidad también bajará. Y los empleados lo notarán porque se dejan de hacer las habituales horas extra. Sin embargo, aprovechamos la menor carga de trabajo para mejorar nuestros procesos e investigar más.